Las mujeres y la incontinencia
“Orinarse en los pantalones al reír” no es sólo una expresión de que algo es muy divertido, también es un problema que muchas mujeres conocen. Y eso no es tan divertido. Sin embargo, la incontinencia es a menudo una condición desatendida; tal vez porque todavía es un poco tabú y, además, tampoco es una enfermedad que ponga en peligro la vida. Sin embargo, es una afección que puede dificultar mucho la vida cotidiana de quienes padecen incontinencia. Por tanto, la enfermedad tiene un gran impacto en la calidad de vida de una persona.
Sólo en España, hay entre 2 y 4 millones de personas que sufren algún tipo de incontinencia o debilidad de la vejiga.
La incontinencia urinaria afecta tanto a hombres como a mujeres. Sin embargo, las mujeres tienen más probabilidades de sufrir incontinencia que los hombres.
La incontinencia urinaria afecta principalmente a mujeres que dieron a luz por vía vaginal y que tienen problemas para retener la orina después del parto. Después de la menopausia, el problema puede agravarse para estas mujeres.
Afortunadamente, existen muchas oportunidades para deshacerse de la incontinencia. 7 de cada 10 personas pueden curarse de su incontinencia. Por lo tanto, existen muchas razones para discutir el problema con su médico.
Formas de incontinencia urinaria
Normalmente se habla de dos formas de incontinencia urinaria:
Incontinencia de urgencia e incontinencia de esfuerzo.
La incontinencia de urgencia es cuando tienes unas ganas repentinas y poderosas de orinar, y como no siempre es posible ir al baño, esto puede ser muy problemático, por supuesto. No siempre es posible encontrar la causa de la incontinencia de urgencia.
En sueco, la incontinencia de esfuerzo se llama incontinencia de esfuerzo, que describe perfectamente lo que provoca la descarga involuntaria de orina. El accidente se produce cuando el cuerpo se esfuerza, por ejemplo al levantar objetos, bailar, toser, saltar en un trampolín u otras actividades físicas.
La incontinencia de esfuerzo se caracteriza por pequeños accidentes. Por eso, las bragas de DRY & COOL son especialmente adecuadas para la incontinencia de esfuerzo.
Por qué no puedes contener la orina?
En cuanto a la incontinencia de urgencia, no siempre es posible encontrar el motivo de estas ganas repentinas de orinar.
En cuanto a la incontinencia de esfuerzo, suele estar provocada por un suelo pélvico débil, que muchas veces es provocado por el parto.
La incontinencia urinaria también puede ser causada por sobrepeso, cambios hormonales debidos a la menopausia o enfermedades propias, como infecciones del tracto urinario, demencia o enfermedades del suelo pélvico, del sistema nervioso o de la vejiga.
Tratamiento de la incontinencia urinaria – descarga involuntaria de orina
En la mayoría de los casos, la incontinencia urinaria se puede curar o mejorar, y en estos casos pueden resultar útiles los ejercicios del suelo pélvico, el tratamiento médico, una operación o un cambio de estilo de vida.
Desgraciadamente, sólo unos pocos pacientes que padecen incontinencia reciben tratamiento. Es una lástima, ya que la Asociación Danesa de Continencia ha descubierto que 7 de cada 10 personas se deshacen de su incontinencia si reciben tratamiento. Una razón podría ser que el problema todavía es un poco tabú y, como la enfermedad no pone en peligro la vida, a menudo se descuida. Sin embargo, a la mujer que sufre de incontinencia puede resultarle muy difícil y restrictiva su vida social, ya que la incontinencia puede hacer que se mantenga alejada de actividades sociales fuera de sus cuatro paredes.
Si sufres de incontinencia urinaria, primero debes hablar con tu médico para que pueda hacer un diagnóstico. El objetivo del diagnóstico es identificar la forma exacta de incontinencia y cómo se refleja. Entre otras cosas, se debe completar un horario de líquidos y micción, y se debe realizar un examen de orina para detectar infecciones, glucosa, sangre y proteínas.
De este modo se puede realizar el diagnóstico exacto para poder iniciar el tratamiento adecuado. El médico realiza el diagnóstico antes de poder derivar al paciente a un especialista/ginecólogo/urólogo.
En caso de incontinencia de esfuerzo, una operación puede ser una posibilidad. En caso de incontinencia de urgencia, el tratamiento médico puede ser una posibilidad.
Además, no debes beber más de 1 ½ litro al día, lo que sólo empeoraría tu condición.
Por último, los ejercicios del suelo pélvico definitivamente mejorarían la situación de muchas mujeres.
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